Biografía de José Antonio Álvarez Condarco (1780-1855)
Biografía de José Antonio Álvarez Condarco (1780-1855)
En el año 1813 formó parte de la campaña del coronel Juan Gregorio de Las Heras a Chile con el batallón de auxiliares cordobeses con la misión de dirigir un arsenal. Llevando importantes mensajes enviados por su amigo Marcos Balcarce para el general San Martín, éste lo retuvo a su lado, nombrándolo ayudante de campo, secretario privado, director de los talleres militares y de una fábrica de pólvora.
En 1816 el general San Martín le envía a Chile, con el encargo aparente de llevar cartas al gobernador realista Casimiro Marcó del Pont ya que lo real era que la gran memoria visual de Álvarez Condarco retuviera los accidentes de la cordillera
En 1816 el general San Martín le envía a Chile, con el encargo aparente de llevar cartas al gobernador realista Casimiro Marcó del Pont ya que lo real era que la gran memoria visual de Álvarez Condarco retuviera los accidentes de la cordillera, para marcar luego el camino del ejército. Así es que cruzó por el Paso de Los Patos trayecto mas largo hacia Chile y ni bien llegado, Marcó del Pont lo despachó de vuelta por el paso más corto, que era el de Uspallata. Los mapas que trazó luego de este viaje fueron fundamentales para el cruce que del Ejército.
En 1817 participó activamente en la batalla de Chacabuco y al año siguiente en la de Maipú.
Fue enviado en el año 1818, por el general O´Higgins, a Londres para negociar la compra de buques destinados a la liberación de Perú y también contrató en Londres los servicios de Lord Thomas Cochrane para que comandara la flota .Permanece en Europa hasta el año 1825 .
En el año 1839 ya retirado del servicio militar fue llamado por el gobierno de Chile para cubrir un puesto técnico en la administración pública , como jefe del Departamento de Ingenieros y Caminos de la República de Chile.
Impedido de regresar a su país por su pública oposición al régimen de Rosas, vivió en Chile hasta su fallecimiento el 17 de diciembre de 1855. Murió en la mayor miseria, a punto de haber sido necesario levantar una subscripción pública para sepultarlo.
El sargento mayor Álvarez de Condarco fue un hábil químico e inteligente ingeniero con una memoria prodigiosa.