Introducción
Introducción
Función de fiscalización
Dentro de la función del Instituto Geográfico Nacional como organismo fiscalizador en relación con la aplicación e interpretación de la denominada “Ley de la Carta”, considerándose preferentemente los Artículo 16º de la Ley Nº 22.963, Artículo 1º de la Ley Nº 24.943, Artículo 4º de la Ley Nº 26.651 y Normas de la Administración Federal de Ingresos Públicos, la Dirección de Geografía cumple con las tareas de fiscalización y aprobación de cartografía y publicaciones que describan o representen el territorio de la República Argentina. Dicha tarea corresponde específicamente a la revisión y/o actualización total o parcial de las publicaciones señaladas en la Ley de la Carta, contemplándose cuestiones tales como: toponimia, trazas de los límites internacionales e interprovinciales.
Tareas de fiscalización, aprobación de cartografía y publicaciones
El uso de la denominación correcta y completa del estado nacional, los estados provinciales y sus capitales, y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; son algunos de los principales aspectos que se observan en la fiscalización geográfica, como también la traza del límite internacional y la adjudicación de las islas cuando correspondiera a la posición del Estado Nacional en cuestiones de soberanía atento a los acuerdos bilaterales suscriptos.
Además, se verifican cuestiones tales como la delimitación de la Antártida Argentina, la representación de los límites en el Río de la Plata, según lo establecido en el “Tratado del Río de la Plata”; prestándose también especial atención en la localización y utilización de la toponimia oficial en los elementos topográficos que forman parte de las zonas fronterizas.
Validación de la información geográfica
Teniendo en cuenta el carácter oficial que poseen los productos cartográficos del IGN es que la validación de la información en ellos contenida adquiere relevancia.
El “mapa” o “carta topográfica”, una construcción de las ciencias geográficas, es una forma gráfica de mostrar qué existe y dónde se localizan aquellos objetos naturales o construidos que constituyen el espacio geográfico, permitiendo de esta manera establecer relaciones entre las posiciones relativas entre ellos. Como tal, se convierte en una herramienta práctica de organizar información y sustentar intervenciones en el espacio que representa.
En consecuencia, el trabajo desarrollado en la Dirección de Geografía apunta a asegurar la calidad de la información geográfica (IG) a lo largo de todo el proceso de producción, desde su definición y captura hasta su manejo y representación en cualquier formato producido por el IGN.
Puesto que el objetivo de todo documento cartográfico (considerando aquí como tal tanto lo analógico como lo digital) es representar la realidad tan fielmente como sea posible, es que dentro del proceso de producción cartográfica es relevante la validación de la información a ser incorporada en la Base de Datos Geográfica (BDG) institucional que dará por resultado diferentes productos finales. Cada nivel de información que es incorporado a dicha BDG debe ser validado y esta validación dependerá de la naturaleza de cada uno de ellos, ya sea de forma cualitativa o cuantitativa. Del nivel de validez de la misma dependerá el grado de calidad del producto y el grado de credibilidad que el usuario podrá otorgarle.
Las temáticas más problemáticas en cuanto a la validación de la información corresponden mayormente a los rasgos socio-culturales del espacio geográfico representado en una determinada carta, como por ejemplo vialidad, ferrocarriles; entidades políticas, sus límites y capitales o cabeceras; superficies, toponimia, datos censales (tienen importancia cartográfica para la rotulación y clasificación del sistema de asentamiento humano representado en una carta); infraestructuras de energía, hidráulica, portuaria; etc.
La complejidad de esta tarea radica especialmente en la obtención y elaboración de IG cuya fuente es externa a la institución. Dada la condición de oficial de la cartografía producida, las fuentes primarias de consulta deben provenir preferentemente de fuentes oficiales competentes en diversas áreas de responsabilidad específica a los fines de asegurar el sustento legal que garantice la calidad y la credibilidad del dato. En tal sentido, en el último período hemos trabajado, por ejemplo, en la definición gráfica de los límites provinciales, temática que aún mantiene un alto grado de indefinición en términos legales y de materialización en el terreno.
La validación de información en cuestiones de toponimia por ejemplo, requiere así mismo de la interpretación de diversas fuentes para determinar cual es la de uso oficial, recordando que, los nombres oficiales pueden no ser ortográficamente correctos, pero son los que legalmente deben usarse. Por ejemplo, la ciudad de Viedma, debería escribirse Biedma, según su nombre original.
Los Atlas del IGN
La edición de Atlas por parte del IGN acompañó toda su historia institucional. La actualización periódica del Atlas Geográfico de la República Argentina, que reúne una valiosa síntesis de información y estadísticas relativas a aspectos físicos y socioeconómicos del país y de cada una de las jurisdicciones políticas, así como de ámbitos especiales como los espacios marítimo y antártico, acompañado de mapas temáticos, imágenes satelitales, fotografías, gráficos, etc., que apunta a facilitar la comprensión y manejo comparado de la información, así como su uso en los diferentes niveles de la educación, organismos públicos, etc., es otra de las tareas en que participa la Dirección de Geografía.
Al ser los Atlas productos de naturaleza geográfica por sí misma, la Dirección de Geografía hace aporte de conocimientos geográficos en la elaboración de las diferentes secciones que lo componen. Tanto es así que en las secciones de lectura e interpretación de la cartografía clásica y de imagen es pertinente la aplicación de conceptos necesarios para una lectura integrada y con sentido de la misma. Por su parte, se hace necesaria la incorporación de conceptos y criterio geográfico en la selección de la toponimia adecuada a utilizar en la cartografía del atlas, junto con sus referencias explícitas para una mejor comprensión de las mismas.