EDITORIAL
EDITORIAL
Estimados lectores,
En este número de la revista El Ojo del Cóndor, abordamos los riesgos de desastre, un tema históricamente relevante para la humanidad y especialmente apremiante en el presente y el futuro. Como es tradición en esta publicación, el dossier está centrado en la República Argentina y aborda la temática desde distintos enfoques y procurando cubrir la diversidad de problemáticas existentes.
Los riesgos de desastre pueden ser de origen natural o antrópico. Los primeros incluyen sismos, erupciones volcánicas y fenómenos hidrometeorológicos, entre otros. Los segundos se vinculan con actividades humanas y abarcan amenazas tecnológicas como derrames de hidrocarburos, incendios provocados de manera intencional o accidental, entre otros ejemplos. Sin embargo, ningún desastre es estrictamente “natural”. Sus consecuencias están siempre mediadas por la sociedad, ya sea en las formas de prevención, en quiénes asumen los costos, en los modos de gestionar la incertidumbre y el riesgo, o incluso en intervenciones humanas que pueden desencadenar o agravar fenómenos que, en apariencia, parecen naturales, como los meteorológicos. Por ello, este número busca ofrecer una mirada desde la gestión integral del riesgo de desastre, entendiendo a los desastres como procesos en los que interactúan las dimensiones sociales y naturales, y destacando el papel de la intervención humana en su prevención, mitigación y respuesta.
Los artículos publicados en este número reúnen la participación de especialistas en agronomía, antropología, astronomía, biología, ciencias ambientales, ciencias de la atmósfera, ciencias de la comunicación, ciencias de la computación, geografía, geología, ingeniería forestal, medicina, química y sociología. Pese a la variedad de enfoques, muchos de ellos coinciden en una perspectiva territorial de los procesos, en la que la cartografía constituye una herramienta clave para explicar y comprender los riesgos.
Es importante destacar que esta diversidad de enfoques es posible gracias a la participación de profesionales provenientes de distintas universidades y organismos públicos. Entre ellos se encuentran el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), el Ejército Argentino, el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas “Dr. Carlos G. Malbrán” del Ministerio de Salud de la Nación, el Ministerio de Seguridad Nacional, el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNSJB), la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), la Universidad Nacional del Sur (UNS) y la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ).
De este modo, en las páginas de este número se encontrarán artículos que abordan temas como los sismos y sus efectos en la licuefacción de suelos, el vulcanismo en Argentina, las consecuencias de la caída de cenizas volcánicas en la Patagonia, los procesos de remoción en masa, las inundaciones urbanas, los impactos en la salud del humo proveniente de incendios forestales, la vulnerabilidad social frente a los riesgos, el monitoreo de amenazas mediante imágenes satelitales y sistemas de información geográfica, los posibles riesgos asociados a la explotación de hidrocarburos no convencionales, las olas de calor y sus efectos sobre la población, así como el rol de las Fuerzas Armadas frente a escenarios de desastre.
Como cada año, esta revista presenta una sección dedicada a dar a conocer los servicios y productos que el Instituto Geográfico Nacional está desarrollando. Entre ellos se encuentran la publicación del Atlas Geográfico de la República Argentina; la campaña de trabajo de campo en la Antártida Argentina que realiza el Instituto; el mantenimiento del Marco de Referencia Geodésico nacional a través de la Red Argentina de Monitoreo Satelital Continuo (RAMSAC); la publicación del Nomenclador Geográfico Nacional, que habilita un buscador centralizado de topónimos; y la incorporación de nuevas tecnologías para la captura de datos de alta precisión mediante vuelos con sistema LiDAR. Además, se destaca la utilización de sensores remotos para la captura de información geoespacial y topográfica, tales como los humedales y la forma y altura del terreno, que permiten la generación de Modelos Digitales de Elevación.
Esta diversidad temática, que va desde los procesos geofísicos hasta las dimensiones sociales y de gestión, refleja la riqueza de enfoques que nutre este número y que, de manera articulada, busca aportar a la comprensión y reducción del riesgo de desastres en Argentina.
Ing. Geog. Marcelo Fabián Ancarola
Presidente del Instituto Geográfico Nacional