El rol de las FFAA en la gestión del riesgo

El rol de las FFAA en la gestión del riesgo


Por Emanuel Jesús Granero.

A partir de la implementación de la Defensa Civil en nuestro país, hacia fines de la década de 1930, las Fuerzas Armadas Argentinas (FFAA) estuvieron presentes en cada uno de los escenarios de desastres ambientales. Se pueden mencionar, por ejemplo, el terremoto de Caucete (1977), las inundaciones del Litoral y la Mesopotamia, los recurrentes incendios forestales en las Sierras Centrales y, más recientemente, los incendios de Corrientes (2021) o la inundación de Bahía Blanca (2025). En cada uno de estos eventos las FFAA desplegaron sus medios haciendo frente a las más complejas situaciones, siempre con el fin de contribuir al bienestar general de la población.

Si bien la imagen que más se asocia a las FFAA en la gestión de desastres es la de sus miembros desplegados en el terreno colaborando con la población, ya sea en aeronaves transportando víveres, en embarcaciones evacuando a la población o tendiendo puentes para reestablecer el tránsito entre zonas aisladas de una localidad, detrás de todo eso existe una estructura que funciona de forma permanente, diseñando procedimientos de empleos y adiestrando a su personal para operar de manera eficaz.
Relacionado a ello, este artículo aborda de manera sucinta el papel de las FFAA argentinas en la gestión del riesgo de desastres, poniendo énfasis en su empleo como parte de las fuerzas operativas del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riegos (SINAGIR) y en las estructuras que intervienen en la respuesta ante emergencias y desastres ambientales.

Las Operaciones de Protección Civil (OPC)

Existen situaciones excepcionales en las cuales se contempla el empleo de las FFAA dentro del ámbito interno mediante el desarrollo de operaciones complementarias las cuales tienen por finalidad, entre otras, el restablecimiento de las condiciones de vida preexistentes ante la ocurrencia de un desastre natural o antrópico. Es en este marco donde las fuerzas actúan como elementos operativos del SINAGIR.

Las OPC se desarrollan mediante la ejecución de tres modalidades diferentes: ayuda humanitaria, asistencia humanitaria y apoyo a la comunidad.
La ayuda humanitaria comprende el conjunto de tareas destinadas a brindar apoyo a las comunidades afectadas por desastres ambientales o antrópicos dentro del territorio nacional, con la finalidad de proteger vidas humanas, la infraestructura esencial y el medio ambiente, tendiente a propiciar el restablecimiento de las condiciones de vida en la comunidad afectada. Cabe destacar que la mayoría de las acciones de respuesta ante desastres se encuadran dentro de esta modalidad, por ejemplo, el apoyo de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) mediante el transporte aéreo de víveres e insumos para sostener las tareas durante las inundaciones de Bahía Blanca, en marzo de este año (FIGURA 1).

FIGURA 1. Miembros de la FAA realizando la carga de un HERCULES C-130

FIGURA 1 Granero
Fuente:defonline.com.ar

Las actividades de asistencia humanitaria están orientadas a brindar apoyo a otros países, en función de acuerdos preexistentes. Como ejemplo podemos mencionar el apoyo a Bolivia ante los incendios forestales del 2019 o, más recientemente, el apoyo a Brasil tras las inundaciones en Río Grande do Sul en 2024.
Por último, el apoyo a la comunidad hace referencia al conjunto de actividades destinadas a brindar sostén a las diferentes comunidades, sin la necesidad de ocurrencia de una emergencia. Su finalidad es favorecer el desarrollo social y económico de una zona, contribuyendo a mejorar la calidad de vida y bienestar de la población.
Es de resaltar que, tanto las actividades de asistencia humanitaria como las de apoyo a la comunidad, constituyen un esfuerzo secundario en las acciones de respuesta por parte de las FFAA. En cambio, las actividades de ayuda humanitaria constituyen el esfuerzo principal, a la vez que, pasada la emergencia, pueden ser complementadas por acciones de apoyo a la comunidad.

Concepto del apoyo en el marco de las OPC

En caso de una emergencia, las FFAA actuarán en forma subsidiaria, teniendo como base el planeamiento elaborado en cada uno de los niveles de intervención. En este marco, las unidades militares asentadas en las distintas jurisdicciones del país, proporcionarán el apoyo inicial siguiendo las previsiones del planeamiento específico de cada Fuerza, actuando de forma perentoria en los niveles municipales y provinciales.

Si la situación se agrava y la emergencia no puede ser gestionada con los medios disponibles en el nivel provincial, el Consejo Federal del SINAGIR podrá declarar la emergencia, acto tras lo cual, el Ministerio de Defensa a través de la Subsecretaría de Defensa Civil y Protección Humanitaria ordenará que el Comando de Operaciones Conjuntas asuma el control operacional, la dirección y la coordinación de las operaciones de los elemento de las FFAA. Este último, lo hace a través del recientemente creado Comando Conjunto de Protección Civil.
Una vez declarada la emergencia federal, se activará un Comando Conjunto de Zona de Emergencia (CCZE), ya conformados previamente. Estos Comando Conjuntos tendrán la responsabilidad de conducir las operaciones conjuntas con los medios de las tres fuerzas que se encuentran en sus jurisdicciones, actuando en apoyo a la autoridad civil responsable de la emergencia en la zona afectada, así como también cooperando en la recepción de la asistencia internacional. De ser necesario otro medio específico, como ser aeronaves Hércules C-130, deberá ser requerido al nivel superior.

La respuesta en el terreno

El apoyo en el terreno se da mediante el empleo de unidades de las tres Fuerzas Armadas, principalmente del Ejército y de la Armada y con aquellos medios de alcance estratégico de la Fuerza Aérea. Por la especificidad técnica y variedad de los medios materiales y el adiestramiento de sus miembros, las unidades militares están en capacidad de cumplir con un importante número de tareas, ya sea de manera específica como en conjunto con otras organizaciones gubernamentales, tales como:

  • Búsqueda y rescate de personas en estructuras colapsadas y en zonas lacustres, ribereñas, de montaña y selva, en coordinación con especialistas en la materia.
  • Lucha contra el fuego, mediante el empleo de brigadistas forestales en coordinación con el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (FIGURA 2).
  • Tratamiento y operación en eventos con materiales peligrosos.
  • Asistencia ante emergencias hídricas y sequías, con medios de Ingenieros del Ejército y de la Infantería de Marina.
  • Asistencia sanitaria, en coordinación con las autoridades del área de salud.
  • Apoyo a la transitabilidad, mediante el empleo de máquinas viales y de material de puente de dotación en el arma de Ingenieros del Ejército.
  • Evacuación de la población y transporte logístico de víveres y equipos, mediante los modos aéreo, terrestre, fluvial y marítimo.
  • FIGURA 2. Brigadistas forestales de la Armada durante los incendios en El Bolsón (febrero de 2025)

    FIGURA 2 Granero
    Fuente: gacetamarinera.com.ar

    Si bien todos los elementos militares tienen una mayor o menor capacidad para el apoyo de protección civil, los principales elementos con capacidad de respuesta lo constituyen las Unidades Militares de Respuesta en la Emergencia (UMRE).
    Estas unidades de respuesta están basadas en los elementos de Ingenieros del Ejército (FIGURA 3) y en elementos de la Infantería de Marina, quienes se encuentran provistos de medios de gran rendimiento y tecnicismo. Actualmente, las FFAA cuentan con trece UMRE principales y cuatro complementarias, distribuidas a lo largo y ancho del territorio nacional, organizadas, equipadas y adiestradas para operar según los riesgos de desastres específicos y de acuerdo al ambiente geográfico de cada CCZE.
    Cada una de estas UMRE desempeña un papel importante en la jurisdicción sobre la cual tiene responsabilidad, no solo mediante su capacidad de despliegue sino también en el trabajo cotidiano con las autoridades locales para reducir el riesgo de desastres. En los últimos tiempos, el empleo de elementos de las FFAA se vio potenciado por las capacidades aportadas por las UMRE, siendo cada vez más notoria su incidencia en la articulación de los medios de respuesta y en el asesoramiento y asistencia a las autoridades civiles para la coordinación y empleo de los medios locales.

    FIGURA 3. Ingenieros del Ejército tendiendo un puente Bailey durante una emergencia hídrica (provincia de Catamarca, diciembre de 2023)

    FIGURA 3 Granero
    Fuente: foto tomada por el autor

    El trabajo interagencial

    La gestión integral del riesgo de desastres supone un esfuerzo holístico, con la intervención de todos los actores necesarios en todos los niveles de gobierno, por lo cual la intervención de las fuerzas operativas del sistema se dará, normalmente, en un marco interagencial.

    Si bien el empleo de los medios militares se da principalmente en la respuesta a la emergencia, es notable también su participación en las etapas de preparación y mitigación. El hecho de contar desde la paz con estructuras conformadas ad-hoc para entender en la gestión del riesgo de las diferentes jurisdicciones territoriales del país, permite alcanzar un conocimiento profundo de la problemática de las poblaciones más vulnerables, de las capacidades de los medios de respuesta locales, a la vez que acerca a las FFAA a las diferentes comunidades, agilizando los tiempos de respuesta y asegurando un estrecho lazo de cooperación cívico-militar.

    Para lograr un conocimiento acabado de la problemática de cada comunidad, es fundamental el trabajo cotidiano que llevan adelante las UMRE y las estructuras de protección civil de los CCZE. En este sentido, las reuniones periódicas con las autoridades civiles, la coordinación y trabajo con las dependencias de Protección Civil locales y el conocimiento profundo de la zona de responsabilidad, hacen que la cooperación que se establece desde la paz genera lazos de confianza y entendimiento mutuo, viéndose reflejado en la eficiencia de empleo de los elementos militares en OPC.
    El trabajo mancomunado de los miembros de las FFAA con las autoridades civiles para desarrollar planes acordes a la problemática local y congruentes con los medios de respuestas disponibles, es primordial para aumentar la eficiencia de empleo en la etapa de respuesta. Asimismo, la posibilidad de capacitación en conjunto y la ejecución de simulaciones/simulacros entre las diferentes agencias, contribuye directamente a generar conocimiento mutuo, lenguaje común y procedimientos de empleo coordinados en el ámbito interagencial (FIGURA 4).

    FIGURA 4.Simulacro Interagencial “SAR” (La Rioja, abril de 2025)

    FIGURA 4 Granero
    Fuente: Instituto Regional de Planificación Control y Servicios Ambientales (IRePCySA)

    Consideraciones finales

    A lo largo del artículo se trató el rol de las FFAA ante desastres ambientales como parte de las fuerzas operativas del SINAGIR. Teniendo en cuenta lo desarrollado, se puede considerar que las Fuerzas Armadas son el eje central de los despliegues de medios nacionales frente a situaciones de desastres naturales o antrópicos, tanto por despliegue territorial, como por experiencia, disponibilidad de medios y de efectivos, el compromiso solidario de sus miembros y sus competencias para intervenir en la gestión integral del riesgo de desastres.

    Asimismo, podemos ver que la intervención de las fuerzas operativas del sistema se desarrolla, normalmente, en un marco interagencial. El accionar interagencial implica una necesaria unidad de comando en la conducción de las agencias, interoperabilidad de los medios empleados, flexibilidad para hacer frente a situaciones no previstas, lenguaje común entre los organismos intervinientes, capacitación conjunta, estandarización de procedimientos, certificación por parte de entidades competentes y gran espíritu de cooperación.

    Esto se logra, en parte, con voluntad de llevarlo adelante y, principalmente, con estructuras operativas funcionando a tiempo completo. En este aspecto, los equipos de trabajo de los CCZE y el trabajo de las UMRE permiten tener un conocimiento acabado de las vulnerabilidades ambientales de sus jurisdicciones y de las capacidades de los medios de respuesta en los diferentes niveles, lo que posibilita optimizar la respuesta y asegurar un estrecho lazo de cooperación cívico-militar.

    Sin embargo, si bien es cada vez más notorio el despliegue de medios militares en situaciones de desastres, es menester aclarar que de ninguna manera las OPC pueden reemplazar la misión principal de las FFAA argentinas, misión para la cual se organizan, equipan, alistan y adiestran de manera prioritaria. Su misión principal es la de conjurar y repeler toda agresión externa militar estatal, a fin de garantizar y salvaguardar de modo permanente los intereses vitales de la Nación: su soberanía, independencia y autodeterminación, su integridad territorial y la vida y libertad de sus habitantes, tal cual lo establecen la Ley de Defensa Nacional (Art. 2) y el Decreto 1691, del 2006.
    Como corolario, podemos afirmar que las FFAA continúan siendo una de las herramientas a disposición del Estado Nacional más confiables para contribuir en la gestión del riesgo, como lo han demostrado a lo largo de décadas.

    Bibliografía

    • Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. (2019).Reglamento de protección civil (PC-13-02).
    • Granero, E. (2023). Las FF.AA. y la gestión del riesgo en Argentina. Revista de la Academia de Guerra del Ejército Ecuatoriano, 16(1), 17. https://doi.org/10.24133/age.vol16.n01.2023.15.
    • Poder Ejecutivo Nacional. (1988). Ley Nro 23.554 (Ley de Defensa Nacional).http://www.infoleg.gob.ar/.
    • Poder Ejecutivo Nacional. (2006).Decreto 1691/06. Directiva sobre Organización y Funcionamiento de las Fuerzas Armadas. http://www.infoleg.gob.ar/.
    • Poder Ejecutivo Nacional. (2016).Ley 27.287. Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil(SINAGIR). http://www.infoleg.gob.ar/.
    • Autores

      Emanuel Jesús Granero.LOficial de Estado Mayor y de Estado Mayor Conjunto. Licenciado en Administración. Especialista en Conducción Superior de Organizaciones Militares Terrestres, en Estrategia Operacional y Planeamiento Militar Conjunto y en Gestión de la Defensa Civil y Apoyo a la Población (Universidad de la Defensa Nacional). Jefe de la Compañía de Ingenieros de Construcciones de Montaña 5 del Ejército Argentino. emanuelgranero4@gmail.com