LA ERUPCIÓN DEL CORDÓN CAULLE 2011 Y SU IMPACTO EN PATAGONIA NORTE: EFECTOS DERIVADOS DE LAS CAÍDAS DE CENIZA Y PROCESOS ASOCIADOS

LA ERUPCIÓN DEL CORDÓN CAULLE 2011 Y SU IMPACTO EN PATAGONIA NORTE: EFECTOS DERIVADOS DE LAS CAÍDAS DE CENIZA Y PROCESOS ASOCIADOS

La erupción del Cordón Caulle 2011 y su impacto en Patagonia norte: efectos derivados de las caídas de ceniza y procesos asociados
Por Débora Beigt, Gustavo Villarosa, Valeria Outes, Nahuel Losano, Pablo A. Salgado y Pablo Amat.
La foto de portada muestra las cenizas en suspensión en el lago Nahuel Huapi, frente a Bariloche durante los primeros días de la erupción, tomada por Gustavo Villarosa.

El Complejo Volcánico Puyehue-Cordón Caulle (CVPCC, FIGURA 1) es un sistema volcánico localizado en territorio chileno a unos 54 km de Villa La Angostura y a 75 km de San Carlos de Bariloche. El Cordón Caulle, un sistema fisural dentro de este conjunto de volcanes, ha producido todas las erupciones de este complejo durante el último siglo (1921-1922, 1960 y 2011), caracterizadas por su alta explosividad y grandes volúmenes de material emitido, cubriendo con depósitos de tefra¹ extensas superficies de la Patagonia argentina. Los impactos de la erupción de 2011 sobre las poblaciones patagónicas, sin embargo, fueron significativamente mayores a los de erupciones anteriores, dada la intensa ocupación de la región durante las últimas décadas.

El evento de 2011

La última erupción del Cordón Caulle se inició el 4 de junio de 2011, luego de un incremento en la actividad sísmica a partir del 27 de abril. Este primer pulso explosivo produjo una columna eruptiva con grandes volúmenes de material piroclástico² que ascendió a niveles altos de la atmósfera, generando una pluma volcánica que se dirigió hacia el este arrastrada por los vientos dominantes en la región. A tan sólo horas de iniciada la erupción, las localidades de Villa La Angostura, Villa Traful y San Carlos de Bariloche fueron alcanzadas por la caída de cenizas volcánicas. Este pulso eruptivo generó depósitos de tefra en el entorno de decenas a cientos de kilómetros del volcán.

FIGURA 1.Detalle del centro eruptivo CVPCC y distribución de los depósitos de tefra 2011

Figura 1_Beigt A)Mapa isopáquico³ del espesor (cm) del depósito de caída de cenizas de la erupción del Cordón Caulle 2011. B) Ubicación del cráter activo dentro del Complejo Volcánico Puyehue-Cordón Caulle.
Fuente: elaboración propia con base en mediciones directas de espesores de la tefra 2011.


Hasta fines de 2011, se produjo una emisión casi continua de material piroclástico que fue transportado principalmente hacia la Argentina. La tefra resultante de la erupción cubrió unos 520.000 km2 en el continente (Villarosa y Outes, 2013), con espesores que superaron los 50 cm en sectores proximales del territorio argentino. El registro de espesores del depósito en más de 400 puntos de muestreo y el establecimiento de una red de colección de muestras frescas y de caída directa en distintas localidades desde el inicio del evento permitieron el desarrollo de insumos clave para la gestión de la emergencia volcánica y la caracterización de los productos volcánicos del Cordón Caulle. Ello aportó significativamente a la identificación de tefras de este volcán en el registro geológico y a la reconstrucción de su historia volcánica, contribuyendo a la evaluación de su peligrosidad para la región.

La FIGURA 1 muestra el mapa isopáquico del depósito de caída elaborado a partir de la medición directa de espesores de tefra, que permitió delimitar y cuantificar la afectación del territorio argentino por los distintos pulsos de la erupción. Para caracterizar al material emitido en esta erupción se analizó la composición química del vidrio volcánico que se produce por enfriamiento muy rápido del magma. Los piroclastos analizados se clasificaron como de composición riolítica, sin variaciones composicionales significativas entre muestras de ambientes proximales, medios y distales (Villarosa et al., 2023). Los ensayos de lixiviación permitieron determinar el contenido de flúor soluble en las muestras de ceniza, cuyos resultados (en el rango <10mg-100mg/kg de ceniza) fueron concordantes con valores obtenidos a nivel mundial para otros volcanes de similares características.

La erupción ocurrió en la estación húmeda, lo que facilitó la dilución de sustancias lixiviadas, permitiendo una rápida disminución de la concentración de flúor y consiguientemente de la potencial toxicidad para personas y animales a partir de la ingesta de aguas y pastizales contaminados. Estos resultados constituyen un antecedente de referencia para otros eventos volcánicos que involucren caídas de ceniza en la región.

Procesos derivados de las caídas de ceniza del Cordón Caulle 2011

La erupción del Cordón Caulle 2011 afectó severamente a Patagonia norte cubriéndola de un material granular, no consolidado, susceptible de ser erosionado y removilizado por agentes hídricos y eólicos, y por fenómenos gravitacionales. Estos procesos se registraron durante varios años posteriores a la erupción, y algunos de ellos seguirán actuando hasta que se alcance un nuevo equilibrio en el paisaje. En particular, se analizó la situación en las cuencas hídricas donde la depositación repentina de grandes cantidades de material piroclástico produjo importantes modificaciones en sus condiciones de equilibrio, resultando en numerosos fenómenos de disturbio que incluyeron (i) eventos de removilización, desborde de cauces y flujos densos, (ii) modificaciones en las redes de drenaje, (iii) progradación y deslizamientos en los frentes deltaicos.

(i) Durante el evento eruptivo, el material pumíceo emitido, muy poroso y liviano, alcanzó cursos fluviales activos ubicados a más de 50 km del centro eruptivo. Por su flotabilidad positiva, la incorporación repentina de grandes volúmenes de este material durante lluvias copiosas condujo al desborde de las corrientes fluviales que lo transportaban (FIGURA 2A). En los meses de primavera y verano posteriores a la erupción, con el derretimiento del paquete níveo que se mezclaba con las cenizas saturadas en agua, se registraron flujos densos cargados de este material volcánico a lo largo de distintos cauces. Estos flujos reciben el nombre de lahares y, dada su elevada densidad y movilidad, pueden resultar muy dañinos en su trayectoria.

FIGURA 2. Algunos impactos de la removilización de ceniza volcánica en sistemas fluviales

Figura 2_Beigt A) Material pumíceo en flotación y desborde en el río Totoral durante la erupción de Cordón Caulle 2011.B) Viviendas costeras e infraestructura impactadas por la removilización fluvial de grandes volúmenes de material piroclástico y su redepositación en cercanías del curso de agua. C y D) Obstrucción, desvío y abandono de tramos de cauces durante los años posteriores a la erupción.
Fuente: elaboración propia en base a recopilación de información en salidas de campo e interpretación de imágenes satelitales. Fotografías tomadas por Gustavo Vilarosa (A) y Débora Beigt (B y D).


(ii) Arroyos severamente afectados por la caída y removilización de material piroclástico durante y posteriormente a la erupción sufrieron obstrucción, desvíos y abandono de cauces, lo cual modificó la red de drenaje en algunos tramos de los cursos fluviales (FIGURA 2C y D). (iii) Durante las primeras semanas de la erupción, deltas en cercanías de Villa La Angostura crecieron significativamente por acumulación de enormes volúmenes de tefra removilizada por los cursos de agua. Este fenómeno dio lugar a movimientos en masa de material piroclástico depositado en las pendientes de los frentes deltaicos (Beigt et al., 2019), lo cual constituye un riesgo aún en la actualidad en las costas de uso recreativo (FIGURA 3), principalmente para pescadores que vadean cerca del veril.

FIGURA 3. Inestabilidad de costas lacustres por acumulación de grandes volúmenes de tefra

Figura 3_Beigt A) Cartelería instalada por Parques Nacionales en un delta que creció significativamente por depositación de la tefra de Cordón Caulle 2011. B) Imagen dron del deslizamiento subacuático ocurrido en marzo 2021 en el balneario del camping diurno del lago Espejo. El fenómeno movilizó material piroclástico de la erupción del Cordón Caulle 2011 depositado sobre las pendientes del veril.
Fuente: elaboración propia en base a relevamientos de campo. (A) Fotografía tomada por Débora Beigt el 3/11/2016 en Camping Brazo Rincón.

Costas lacustres altamente expuestas al viento dominante del oeste y a la acción del oleaje recibieron grandes volúmenes de material piroclástico que se acumularon en las pendientes del veril, incrementando su inestabilidad (Beigt et al., 2023). Ejemplo de ello es el balneario del Camping Diurno del lago Espejo, donde varios años después de la erupción (2021 y 2024) se produjeron deslizamientos subacuáticos involucrando la tefra removilizada de 2011 (FIGURA 3B). Un disparador común de este tipo de eventos son los movimientos sísmicos que se producen recurrentemente en la región.

Impactos de las caídas de ceniza sobre áreas urbanas y rurales

La persistente caída de ceniza afectó a la agricultura y pastoreo, la infraestructura crítica, la salud y el ambiente en Patagonia norte. Por su extensa duración, esta erupción resultó particularmente impactante para la aeronavegación y el turismo invernal en la región, actividad que registró pérdidas totales en Villa La Angostura y Bariloche (Villarosa et al., 2023).

La localidad más severamente afectada por el evento de 2011 fue Villa La Angostura, donde desde el inicio de la erupción se produjeron múltiples inconvenientes: cortes en los servicios eléctricos y en el suministro de agua, interrupción del tránsito en las rutas por disminución de la visibilidad debido a ceniza en suspensión y por baja adherencia producto de la acumulación de ceniza (frecuentemente húmeda) sobre la cinta asfáltica, caída de techos por sobrepeso (FIGURA 4A) y obturación de desagotes pluviales en plena temporada de lluvias. El suministro eléctrico se vio afectado por la depositación de ceniza húmeda conductora sobre los aislantes, situación que mejoró a partir del reemplazo de piezas vulnerables a los efectos de la ceniza. El suministro de agua fue interrumpido por frecuentes daños en los equipos de bombeo y obstrucción de las tomas de agua, tuberías y filtros. La ceniza volcánica afectó a las plantas de tratamiento de agua y plantas depuradoras a cielo abierto. Se formaron cuadrillas para limpiar y apuntalar viviendas, despejar calles, distribuir agua potable, mantener el sistema eléctrico, asistir a pobladores, etc.

En el Parque Nacional Nahuel Huapi, la erupción provocó la evacuación de pobladores rurales y ganado, así como el intenso transporte de suministros para su asistencia a fin de paliar la emergencia. Las pérdidas de animales fueron de unos 25%, comparables a las resultantes de un invierno severo. Las causas de muerte de ganado se debieron a la falta de acceso a pasturas y a daños por abrasión de los dientes (inanición), deshidratación y bloqueos del rumen. Áreas rurales a las que sólo puede accederse a través de medios de transporte lacustres (como el Perilago, un sector rural en las costas del noroeste del lago Nahuel Huapi) se vieron en seria amenaza de aislamiento, dadas las dificultades experimentadas en la operación de embarcaciones durante la emergencia. La inicial estrategia de evacuación de los pobladores por vía lacustre, que resultó infructuosa, fue reemplazada posteriormente por la de asistencia, una vez disminuida la presencia de pómez en flotación e implementadas ciertas adaptaciones en las embarcaciones que posibilitaron la navegación (como el uso de materiales de filtración extra en sistemas de refrigeración de motores). De esta manera, los pobladores fueron provistos de fardos, agua potable y otros suministros. También se trasladaron animales para su venta.

Las comunidades de ambientes áridos extraandinos en Río Negro y Chubut sufrieron severos impactos por caída y removilización de ceniza fina y muy fina. Los análisis granulométricos de los depósitos de ceniza en la estepa mostraron un elevado contenido de partículas menores a 2,5 micrones, lo que las hizo muy persistentes y proclives a la resuspensión por los fuertes vientos habituales en la zona (FIGURA 4C). Esto produjo preocupación, ya que la exposición frecuente a partículas finas suspendidas en el aire, a largo plazo, puede causar o agravar enfermedades respiratorias en adultos y niños.

FIGURA 4. Algunos impactos de la caída de ceniza sobre áreas urbanas y rurales

Figura 4_Beigt A) Local en Paso Cardenal Samoré con techo colapsado. B) Ganado afectado por las cenizas en la ruta de los Siete Lagos. C) Visibilidad reducida en Ingeniero Jacobacci.
Fuente: fotografías tomadas por Gustavo Villarosa durante las primeras semanas de la erupción.

La erupción tuvo graves consecuencias en la ganadería extensiva de la Línea Sur de la provincia de Río Negro (especialmente de Comallo a Jacobacci), con pérdidas de hacienda de entre 40 y 60%. Una de las recomendaciones y estrategias para atenuar estos daños fue vender los animales antes de su deterioro y pérdida de valor. También se propuso el traslado de animales a las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Chubut (más de 100.000 animales).

Los efectos de la erupción en la Patagonia extraandina se vieron agravados por la sequía preexistente. Las condiciones de aridez en esta zona provocaron además una prolongación de los impactos, producto de la removilización eólica de la ceniza especialmente en la estación seca durante varios años posteriores a la erupción.

Reflexiones finales

La erupción del Cordón Caulle 2011 nos presentó una oportunidad excepcional para estudiar de manera directa y en tiempo real el fenómeno volcánico, los procesos que desencadena y los impactos en el territorio argentino, profundizando una línea de trabajo que se inició localmente durante la erupción del Volcán Chaitén 2008. Aún hoy siguen ocurriendo fenómenos derivados de las caídas de ceniza de 2011, constituyéndose en problemáticas geoambientales para las poblaciones y actividades humanas en la Patagonia. La comprensión de estos procesos resulta de especial interés para promover la mitigación de su impacto sobre las comunidades andinas y la infraestructura crítica. Su estudio apunta a la generación de información de utilidad para la definición de medidas de gestión del riesgo en la región, como así también para el diseño, la ejecución y la evaluación de estrategias de ordenamiento territorial basadas en el conocimiento científico.

Bibliografía

  • Beigt, D., Villarosa, G., Outes, V., Gómez, E.A., y Toyos, G. (2019). Remobilized Cordón Caulle 2011 tephra deposits in north-Patagonian watersheds: Resedimentation at deltaic environments and its implications.Geomorphology, 341, 140 - 152.
  • Beigt, D., Villarosa, G., De Luca, L., Barbosa, A., Gómez, E.A., y Raniolo, L.A. (2023). Inestabilidad de costas asociada a fenómenos gravitacionales en grandes lagos patagónicos: un análisis de eventos recientes.Revista de la Asociación Geológica Argentina, 80(2), 280-299.
  • Villarosa, G. y Outes, V. (2013). Informe Final: efectos de la caída de cenizas del Complejo Volcánico Puyehue (CPCC) sobre la región del lago Nahuel Huapi. Convenio Legislatura de Neuquén-Centro Regional Universitario Bariloche. Universidad Nacional del Comahue.
  • Villarosa, G.; Outes, A. V.; Beigt, D.; Amat Morales, P. N., y Salgado, P. A (2023). Las múltiples dimensiones del fenómeno volcánico en la Patagonia norte: aportes científicos interdisciplinarios del Grupo GEA para el estudio de la erupción del Cordón Caulle.A 10 años de la erupción del Puyehue-Cordón Caulle(57-96). Editorial Universidad Nacional de Río Negro.

Glosario

¹ Tefra: depósitos en superficie de material piroclástico no consolidado, que puede incluir desde cenizas muy finas a fragmentos con diámetros de hasta 6,4 cm.
² Material piroclástico: material generado por la fragmentación del magma durante erupciones volcánicas explosivas.
³ Mapa isopáquico: representación gráfica de la distribución del espesor o grosor de una determinada capa o estrato de material. En este caso, el espesor del depósito de caída de cenizas de la erupción del Cordón Caulle 2011
⁴ Composición riolítica: característica geoquímica del material ígneo extrusivo (volcánico), definida por un alto contenido de sílice (>70%) y el dominio de minerales félsicos, como cuarzo y feldespatos. Esta composición es propia de magmas altamente viscosos, los cuales dan lugar a erupciones explosivas.
⁵ Material pumíceo / Pómez: material piroclástico, altamente poroso y, en consecuencia, de baja densidad, generado por la fragmentación de magmas ricos en sílice. La porosidad se origina debido a la rápida descompresión durante la erupción volcánica, lo que provoca la expansión y escape de gases atrapados en el magma, creando su característica textura vesicular.
⁶ Veril: ubicado inmediatamente por debajo del nivel de acción de olas, el veril se define, según diccionarios náuticos, como el límite a partir del cual se produce un desnivel pronunciado de un lecho lacustre o marino.