Energía, emisiones de gases de efecto invernadero y cambio climático

Energía, emisiones de gases de efecto invernadero y cambio climático

Nota Galbusera emisiones de gases de efecto invernadero

Por Alex Aguilar Zurita, Cecilia Morando, Paola Nieto y Sebastián Galbusera

El cambio climático y su vinculación con el sector energía

En los últimos años, la evidencia de que el clima está cambiando se ha hecho más notoria y frecuente que nunca, suscitando la preocupación de gobiernos y sociedades. En la raíz de las crisis climática y ambiental se encuentra la acción humana: si bien el progreso tecnológico y el crecimiento económico de los últimos dos siglos permitió mejorar considerablemente los estándares de vida de la población mundial, también significó una explotación de los recursos naturales, consumo de energía fósil y transformación de la cobertura terrestre sin precedentes (Brassiolo et al., 2023).

El cambio climático consiste en una variación persistente del clima durante períodos de tiempo comparables, pero que potencia la variabilidad climática natural ya observada, y que es atribuida directa o indirectamente a la actividad humana (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático [CMNUCC], 1992). Las causas radican en el aumento de la concentración atmosférica de los gases de efecto invernadero (GEI) por encima de los niveles naturales, incrementando así la capacidad de captación de la radiación infrarroja solar incidente, lo que impulsa un aumento de la temperatura media global. Si bien una parte de estos gases es reabsorbida por los ecosistemas terrestres y marinos, el resto se acumula en la atmósfera, generando una alteración en el equilibrio del sistema climático (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible [MAyDS], 2021), con efectos de diversa magnitud y gravedad sobre personas y ecosistemas.

El monitoreo de indicadores climáticos, como la temperatura, la extensión de las masas glaciares, el contenido de calor en los océanos y la extensión del hielo marino, permite una mayor comprensión de las variaciones climáticas. Estos indicadores revelan, por ejemplo, que entre 2015 y 2021 se experimentaron los siete años consecutivos más cálidos registrados, y que el contenido de calor en los océanos superó a cualquier otro período de cinco años entre 2018 y 2022 (World Meteorological Organization [WMO], 2022), demostrando la severidad y urgencia de esta problemática ambiental.

El sector energético, que incluye la generación de electricidad y calor, así como el consumo de energía en edificios, transporte, manufactura y construcción, es históricamente el mayor contribuyente a las emisiones de GEI en comparación con cualquier otro sector, representando alrededor del 73% de todas las emisiones mundiales de GEI (World Resources Institute [WRI], 2020). En este sentido, los combustibles fósiles abastecen el 80% de la demanda actual de energía primaria a nivel mundial y el sistema energético es la fuente de aproximadamente dos tercios de las emisiones globales de CO2 (Foster y Elzinga, 2023). Pese a las acciones implementadas por diversos países para mitigar sus emisiones, actualmente la tendencia histórica continúa su curso ascendente, incluso luego del histórico descenso registrado en 2020 producto de la pandemia de COVID-19, cuando el flujo global de CO2 disminuyó un 5,6% (WMO, 2022).

Emisiones nacionales de GEI del sector Energía

América Latina y el Caribe generan en la actualidad el 10% de las emisiones globales, con un mayor peso de los flujos de carbono procedentes de cambios en el uso de la tierra, por encima de las emisiones vinculadas a la energía (Brassiolo et al., 2023). Sin embargo, en el caso de la Argentina, las emisiones de ambos sectores mostraron niveles comparables en los últimos años (FIGURA 1). En este sentido, según el Inventario Nacional de GEI del Quinto Informe Bienal de Actualización de la República Argentina a la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático en la distribución sectorial de las emisiones de GEI (FIGURA 2), el sector Energía representa, a 2020, el 45,37% de las emisiones totales.

FIGURA 1.Tendencia de las emisiones nacionales de GEI para el periodo 1990-2020

FIGURA 1 Galbusera
Fuente: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible Quinto Informe Bienal.
Aclaración: procesos industriales y uso de productos (PIUP) y Agricultura, ganadería, silvicultura y otros usos de la tierra (AGSOUT).

FIGURA 2.Distribución sectorial de las emisiones de GEI (año 2020).

FIGURA 2 Galbusera
Fuente: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible Quinto Informe Bienal.

El sector Energía incluye todas las emisiones de GEI producto de la combustión y de fugas por la fabricación de combustibles: las emisiones por quema de combustibles constituyen el 88,94% de las emisiones del sector, mientras que el 11,06% restante corresponde a las emisiones fugitivas provenientes de la generación de combustibles fósiles. En términos de la distribución por gas, el dióxido de carbono es el GEI con mayor participación en el sector energético, seguido por el metano.

Dentro de las emisiones por las actividades de quema de combustibles, el 58,65% proviene del gas natural, que incluye el gas distribuido por redes, el usado para el bombeo del gas de los yacimientos hasta el consumo y el consumido directamente en los yacimientos. El 20,69% corresponde a diésel y gas oil, mientras que el 8,72% al consumo de motonafta. Por su parte, el 11,94% restante incluye las emisiones por la quema de fuel oil, gas de alto horno, gas licuado y otros combustibles con menor participación.

FIGURA 3. Evolución de la oferta interna total de energía

FIGURA 3 Galbusera
Fuente: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible Quinto Informe Bienal.

Por otra parte, debido a la ubicación de los recursos energéticos y a la concentración de los puntos de consumo, la República Argentina posee una gran infraestructura para abastecer la demanda que en conjunto conforman el Sistema Argentino de Interconexión (FIGURA 4).

FIGURA 4. Mapa de la red eléctrica de alta tensión y centrales de generación de la República Argentina

FIGURA 4 Galbusera
Fuente: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible Quinto Informe Bienal.

Si las tendencias actuales de consumo de combustibles fósiles y de demanda energética se mantienen, se espera que la concentración de GEI motorice un aumento medio de temperatura a nivel mundial mayor a 2°C, límite máximo establecido por el Acuerdo de París, desembocando en consecuencias climáticas sin precedentes. Dicho acuerdo, alcanzado en 2015 y con más de 190 países firmantes a la fecha, constituye actualmente el principal compromiso internacional de lucha contra el cambio climático, fijando metas de reducción de emisiones de GEI, medidas de mitigación, adaptación y resiliencia, y flujos financieros asociados, buscando así acelerar e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible y con bajas emisiones de carbono (MAyDS, 2023).

La República Argentina adhirió al Acuerdo de París, así como a otros compromisos internacionales precedentes tales como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 1¹(CMNUCC) y el Protocolo de Kioto a través de las leyes 24.295/1993 y 25.438/2001 respectivamente. Bajo esta estrategia, en el año 2019 se aprobó la Ley n° 27.520 de Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático Global, la cual fortalece la política climática nacional y la planificación subnacional, garantizando acciones, instrumentos y estrategias adecuadas de adaptación y mitigación en todo el territorio, reduciendo la vulnerabilidad humana y de los sistemas naturales (MAyDS, 2021). Entre otros lineamientos, establece la elaboración de un Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático (PNAyMCC), aprobado por Resolución n° 146/2023, principal instrumento para la implementación doméstica de dichas acciones, con visión a 2030, y generado por el Gabinete Nacional de Cambio Climático, órgano de gobernanza nacional institucionalizado por la Ley n° 27.520, que garantiza la participación de las carteras de la administración pública nacional, las jurisdicciones subnacionales y todos aquellos actores clave e interesados en la temática. Asimismo, Argentina inició en el año 2021 un proceso participativo de elaboración de la Estrategia de Desarrollo Resiliente con Bajas Emisiones a Largo Plazo ² (aprobada mediante la Resolución nº 218/2023), con el objetivo de alcanzar para el año 2050 un desarrollo resiliente y neutral en carbono.

En lo referente a mitigación, y en cumplimiento con el artículo 4.4 del Acuerdo de París, la Argentina estableció en 2021 su última NDC, aplicable a todos los sectores de la economía de forma absoluta e incondicional, de “no excederá la emisión neta de 349 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e) en el año 2030” (MAyDS, 2021). Por otra parte, mediante el Sistema Nacional de Monitoreo de Medidas de Mitigación se estableció un conjunto de indicadores apropiados para realizar el seguimiento del grado de avance de cada medida, asociados a diversos sectores del INGEI y líneas estratégicas del PNAyMCC. En este sentido, los inventarios nacionales de GEI desarrollados por el país desempeñan un rol fundamental en el monitoreo del avance de las medidas del PNAyMCC, así como para el primer Balance Mundial, establecido por el Acuerdo de París y actualmente en desarrollo.

En el marco de las líneas estratégicas del PNAyMCC, la TABLA 1 exhibe diversas medidas de mitigación (MAyDS, 2023) en lo referente al sector Energía. Las acciones propuestas apuntan a potenciar las energías renovables y disminuir la cantidad de energía consumida.

TABLA 1. Medidas de mitigación en implementación con mayor grado de avance.

TABLA 1 Galbusera
Fuente: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible Quinto Informe Bienal.

El cambio climático representa hoy uno de los mayores desafíos planetarios para el ser humano y, por lo tanto, demanda acciones urgentes, tanto individuales como colectivas. El consumo de recursos energéticos que lo promueven es también fundamental para el funcionamiento de las sociedades, por lo que se torna necesario un empleo sostenible de los mismos, así como también el desarrollo de una transición energética en búsqueda de un crecimiento bajo en emisiones. Para ello se requieren medidas claras y contundentes de mitigación y adaptación, enmarcadas en políticas climáticas que involucren a múltiples actores, y sustentadas en el desarrollo científico y tecnológico, el financiamiento y el fortalecimiento de capacidades. La acción climática es ahora.

Notas

Bibliografía

  • Brassiolo, P., Estrada, R., Vicuña, S., Odriozola, J., Toledo, M., Juncosa, F. y Schargrodsky, E. (2023). Desafíos globales, soluciones regionales: América Latina y el Caribe frente a la crisis climática y de biodiversidad. CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe.
  • Organización de las Naciones Unidas. (1992). Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. http://unfccc.int/resource/docs/convkp/convsp.pdf.
  • Foster, S. y Elzinga, D. (2023). El papel de los combustibles fósiles en un sistema energético sostenible. https://www.un.org/es/chronicle/article/el-papel-de-los-combustibles-fos....
  • Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (2021). Actualización de la meta de emisiones netas de Argentina al 2030. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/2020/12/actualizacion_m....
  • Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (2023). Quinto Informe Bienal de Actualización de la República Argentina a la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (IBA 5). https://ciam.ambiente.gob.ar/images/uploaded/recursos/372/BUR5.pdf.
  • Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. (2023). Informe de Estado del Ambiente 2021. https://informe.ambiente.gob.ar.
  • World Resources Institute. (2020). Building an Energy Future that Is Clean, Affordable and Reliable. https://www.wri.org/energy.
  • World Meteorological Organization (2022). United In Science 2022. A multi-organization high-level compilation of the most recent science related to climate change, impacts and responses. https://public.wmo.int/en/resources/united_in_science.
  • Autores

    Alex Aguilar Zurita .Licenciado en Ciencias Biológicas y Magister en Manejo Ambiental. Consultor Experto SIG. Dirección Nacional de Cambio Climático, Subsecretaria de Ambiente. aaguilar@ambiente.gob.ar

    Cecilia Morando . Licenciada en Gestión Ambiental. Consultora Senior. Dirección Nacional de Cambio Climático, Subsecretaria de Ambiente. cmorando@ambiente.gob.ar

    Paola Nieto. Ingeniera Química. Consultora Senior. Dirección Nacional de Cambio Climático, Subsecretaria de Ambiente. pnieto@ambiente.gob.ar

    Sebastián Galbusera. Ingeniero Industrial. Responsable del Sistema Nacional de Inventario de Gases de Efecto Invernadero. Dirección Nacional de Cambio Climático, Subsecretaria de Ambiente. sgalbusera@ambiente.gob.ar