Toponimia: Los Nombres Geográficos

Toponimia: Los Nombres Geográficos

Toponimia: Los Nombres Geográficos
TÍO PUENCO: puerta de arena QUILMES: “kilme”, “kil”= pluralidad, “me” = origen étnico. CALCHAQUÍES: “calchaquí” = indio bravo. AMAICHA: del bajo.

La semiótica cartográfica se ocupa de esos signos, de sus sistemas y acontecimientos, de los procesos comunicativos y del funcionamiento lingüístico en general, para que a través del mapa, se pueda transmitir los aspectos geográficos destacados sobre la superficie terrestre. En este sentido, es a través de la cartografía que se registran los topónimos, estableciéndose en la misma, una forma de inventario, una manera de darlos a conocer y sobretodo su propia validación.

En relación a la normalización de los nombres geográficos se considera que es de real importancia para la sociedad. Así lo expresa el Grupo de Expertos de las Naciones Unidas en Nombres Geográficos: “Los topónimos pueden identificar y reflejar aspectos de la cultura, el patrimonio y el paisaje. El uso correcto de topónimos precisos puede reportar beneficios a las comunidades que a nivel local, nacional e internacional actúan en las esferas siguientes, comercio e intercambio; censos de población y estadísticas nacionales; derechos de propiedad y catastro; planificación urbana y regional; ordenación del medio ambiente; desarrollo sostenible y conservación; socorro en casos de desastres naturales; preparación ante situaciones de emergencia y recepción de asistencia; estrategias de seguridad y operaciones de mantenimiento de la paz; operaciones de búsqueda y salvamento; elaboración de mapas y atlas; navegación automática; turismo; comunicaciones, incluidos los servicios postales y de noticias”.

El uso uniforme de topónimos precisos es un elemento esencial para la comunicación eficaz a nivel mundial y contribuye al desarrollo socioeconómico, la conservación y la infraestructura nacional. La función del Grupo de Expertos consiste en promover el uso uniforme de topónimos precisos a escala mundial.

Historia de la Normalización de la Toponimia

Durante el Primer Congreso Geográfico Internacional, en el año 1871, uno de los trabajos presentados se refirió a la necesidad de “uniformidad” en la forma escrita de los nombres que figuraban en las cartas, mapas e informes geográficos. Recién en el año 1908, en el Congreso Geográfico Internacional se decidió realizar un mapa internacional a Escala 1: 100 000, donde se adoptaron formas normalizadas de nombres geográficos.

En la década del 1950, varias organizaciones internacionales como el Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH), la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), y las agencias cartográficas de cada país con el auspicio de las Naciones Unidas, unieron sus esfuerzos para uniformar los nombres geográficos de uso común en todo el mundo.

En 1960, se formó el Grupo de Expertos en Nombres Geográficos, y en 1967, durante la primera conferencia de las Naciones Unidas para uniformar los Nombres Geográficos, se recomendó al Consejo Económico y Social establecer un Comité Permanente de las Naciones Unidas en Nombres Geográficos, el cual consistió en un grupo de expertos encargados de la coordinación y el enlace constante entre los países, con el fin de dar impulso a la uniformidad de los Nombres Geográficos y estimular la creación y funcionamiento de grupos regionales, donde la República Argentina forma parte del grupo de América Latina. En esta primera conferencia de las Naciones Unidas sobre la Normalización de Nombres Geográficos se mencionó la necesidad de que cada organismo encargado de la nomenclatura geográfica prepare listas de los nombres normalizados y las revise periódicamente.

Por último, recomienda que si existen varios nombres oficialmente normalizados para un accidente determinado, se indiquen todos ellos y se incluyan también referencias cruzadas. Asimismo, es importante destacar que los Nombres Geográficos, tanto los actuales como los históricos o anteriores, sufren cambios, alteraciones, o mutaciones, que en ocasiones producen confusión por la diversidad de formas en que se los presenta.

Argentina, en el marco de las actividades de este grupo de expertos realizó un catálogo de nombres geográficos de las Islas Malvinas, trabajo realizado conjuntamente entre el Instituto Geográfico Nacional, el Servicio de Hidrografía Naval y el Ministerio de Relaciones Exteriores, de manera tal de exponer al mundo los nombres geográficos de las Islas Malvinas validados por Argentina.

Toponimia de los Pueblos Originarios en la Cartografía Oficial

Los conquistadores españoles en la confección de los mapas de América en sus viajes de colonización designaron con sus topónimos a los diferentes accidentes naturales y antrópicos del territorio nacional. Estos evocan principalmente a santos, reyes o autoridades colonizadoras, entre otros términos relacionados con su cultura.

No todas las denominaciones de los accidentes geográficos tuvieron el mismo destino, algunos de ellos fueron luego bautizados con nombres asociados a las culturas locales de la región, en función de cómo se asociaba la lengua local a los vocablos españoles. Incluso, en la actualidad, existe una revisión de ciertos topónimos y en muchos casos se consignan ambos, el otorgado por los colonizadores y el vinculado con la cultura de los pueblos originarios. Esta comunión de nombres ha permanecido a lo largo de los años en las series cartográficas históricas, donde en muchos casos se han mezclado términos haciéndose híbridos, y en otros han permanecido invariables en el tiempo.

Como muestra de los diferentes topónimos que existen en la cartografía oficial, se expone un sector de una carta a escala 1: 500 000 de la región noroeste de nuestro país, donde se destacan algunos topónimos de origen kakán y su significado.