El Yacaré, rey de los esteros
El Yacaré, rey de los esteros

Descendiente de los reptiles mesozoicos, codiciado por las comunidades locales por sus aplicaciones terapéuticas, diezmado por la caza furtiva y desplazado de su hábitat natural, el yacaré parece haber sobrevivido una vez más y hoy se recuperan con el uso sustentable de su cuero y en la cocina regional. Quizás, el parecido a sus más afamados y “hollywoodenses” antecesores jurásicos ha hecho del yacaré el animal más fotogénico y fácilmente asociado a los Esteros del Iberá, por encima de otros compañeros de hábitat como los carpinchos. Su cabeza rugosa asomada levemente sobre la vegetación acuática es la fotografía típica que ilustra notas o folletos. Reina en humedales poco profundos, prefiriendo los espacios altamente vegetados donde camuflarse de los predadores y encontrar su principal fuente de alimento. El agua es también el espacio donde se aparea y donde pasa la mayor parte de su tiempo. Con una longitud que puede superar los dos metros y medio y un peso de alrededor de 80 kg en los machos adultos, el yacaré es un reptil de hábitos anfibios. Sin embargo, todo su cuerpo se encuentra especialmente adaptado al medio acuático. Sus ojos poseen una membrana transparente que le permite la visión debajo del agua; y sus oídos y fosas nasales pueden ocluirse a voluntad. Todo un verdadero equipo de buceo.
“Varios han sido los factores que pusieron al yacaré al borde de la extinción (…) la mayor amenaza no es la caza furtiva ni la utilización comercial, sino la pérdida o modificación de su hábitat natural por secado de esteros debido a obras de canalización, y el desmonte para agricultura o forestación.”
Fuera del agua, puede cazar algún mamífero pequeño, la hembra pone los huevos y ambos toman restauradores baños de sol. Los períodos de asoleamiento tienen como finalidad regular la temperatura corporal ya que, como reptiles, ésta varía según la del medio exterior. Es así que, en otoño y primavera, el yacaré puede estar en el sol durante varias horas. En invierno, en cambio, a pesar del frío, la temperatura del agua de los esteros es mayor que la media ambiental, por lo que este hábito sólo se cumple en días en que el sol brilla con especial intensidad. El resto del tiempo, lo pasan sumergidos en el agua, en un especie de letargo estacional hasta la llegada de la primavera. Es la época del apareamiento: se producen enfrentamientos por la conquista y el macho marca el territorio con violentas dentelladas en el agua. Luego de la cópula el proceso de gestación estará a cargo de la hembra, la que construye un extenso nido de más de un metro y medio de diámetro a base de restos vegetales, tierra, arena y deyecciones. En él acomodará, prolijamente en capas, entre cincuenta y sesenta huevos blanquecinos de seis centímetros de altura cubriéndolos con tierra y ramas. El calor del verano será la incubadora natural, mientras la hembra sólo se ocupará de defender huevos y crías del ataque de los posibles predadores. Sólo el 2% de los huevos llegarán a la madurez, tras años de lento crecimiento.
Varios han sido los factores que pusieron al yacaré al borde de la extinción, cuando en los años ´70 fue incluido en la lista de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES, por sus siglas en inglés). Documentos de este acuerdo señalan, sin embargo que, especialmente en las últimas décadas, la mayor amenaza no es la caza furtiva ni la utilización comercial, sino la pérdida o modificación de su hábitat natural por secado de esteros debido a obras de canalización, y el desmonte para agricultura o forestación. La Argentina no es el único país que lucha frente a esta problemática. En Zimbawe, Tailandia, Australia, Nueva Guinea y EE.UU. se desarrollan programas para la recuperación de distintas especies de caimanes. Los resultados han sido muy exitosos y la situación actual es de franca recuperación gracias a los controles internacionales y el estímulo de programas de uso sostenible.
El Yacaré, manjar y medicina de los pueblos originarios
Yacaré es en realidad la palabra guaraní para designar al caimán, animal mitológico incluido en varios de los relatos de su tradición cultural.
Aunque se sirva hoy como plato estrella de la cocina regional, la blanca carne del yacaré formaba ya parte de la dieta de la comunidad guaraní, y las artes de su caza fueron descriptas por cronistas del siglo XVIII como Azara o Dobrizhoffer.
Pero los pueblos originarios locales no consideraban valioso al yacaré por su cuero, sino por sus dientes y, de hecho, las primeras grandes matanzas de este codiciado reptil se remontan al siglo XVIII, destinadas a la venta de estas piezas, transformadas en mercancías. Colgados del cuello o del brazo, se creía que evitaban las mordeduras de serpientes o hacían inofensivo su veneno. Su aplicación en la picadura, o pulverizado y mezclado con agua y dado de beber como antídoto fueron algunas de las formas de uso medicinal que hicieron de los dientes del yacaré un bien muy requerido. Esta creencia pasó a los españoles de la colonia que solían engarzarlos en oro y plata. La medicina popular adjudica también propiedades terapéuticas a su grasa, aplicada para calmar los dolores reumáticos. Ya su estómago seco y molido, utilizado como diurético, o destinado a disolver cálculos renales o de vejiga.
Profesora de Geografía. Departamento de Proyectos Cartográficos, IGN.
Adriana Vescovo
*Artículo publicado en la Revista Nro. 2 "El Ojo del Cóndor", que es una publicación periódica del Instituto Geográfico Nacional que se propone, por una parte, acercar a un público vasto y heterogéneo conocimiento tecno-científico sobre diversos temas geográficos y, por otra parte, difundir las actividades y proyectos en los que el IGN está trabajando.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y FUENTES ELECTRÓNICAS SUGERIDAS |
- Palermo, Miguel Ángel. Fauna argentina, N°3: El yacaré ñato. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1983. - Montes, Graciela (Directora de Colección) Cuentos de mi país. Secretaría de Cultura de la Nación Ediciones Culturales Argentinas / Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1986-1993. - www.parquesnacionales.gov.ar - www.medioambiente.gov.ar - www.cites.org/common/resources/reports/ranch/AR0607.pdf - www.vidasilvestre.org.ar - www.fundacionazara.org - www.biodiv.org.ar |